¿Qué pasaría en un mundo en el que los lingüistas fueran algo más que una firma al final de un artículo? ¿En el que un nombre tuviera cara, y una cara tuviera opiniones? ¿Y en el que esas opiniones, morfológicas, se fundieran con el mundo y se fueran volando como golondrinas hacia el sol del atardecer? Eso y mucho más es este «Cuestionario del morfólogo» que proponemos y presentamos. Disfrútenlo con intensidad, aunque carezca de índice de impacto. [José Pazó y Matías Jaque]
El Test del Morfólogo (The Morphologist Questionnaire):
ROSA ANA MARTÍN VEGAS
NOTA BIOGRÁFICA
Nací en un pueblo precioso al sur de la provincia de Salamanca, Candelario, y vengo de una familia de abuelos y tíos maestros, por lo que, desde muy pequeña, quise ser profesora. En la adolescencia disfruté tanto de las clases de literatura y de la lectura de cada libro que el profesor mencionaba, que pronto decidí que quería estudiar Filología Hispánica.
De este modo, hice la carrera en Salamanca simultaneándola con los estudios de Filología Italiana, y al año de terminar, aprobé las oposiciones de Enseñanza Secundaria y empecé a trabajar al mismo tiempo en la tesis doctoral. Mi tesis sobre morfofonología histórica del español con la Profesora Carmen Pensado es un reflejo de mi interés por la interrelación de contenidos, materias, perspectivas de análisis e incluso aplicaciones. Por eso, durante los largos años que me llevaron realizar este estudio, encontré la utilidad que tenían los corpus lingüísticos para diseñar ejercicios de investigación didáctica en mis clases del Instituto y fui orientando mi interés hacia la lingüística aplicada y la didáctica de la lengua.
Durante años fui profesora asociada en la Universidad de Salamanca en las áreas de Lingüística General y Lengua Española, y finalmente, Profesora Titular en Didáctica de la Lengua y la Literatura. Me interesan principalmente los procesos de adquisición de la lengua materna con el objetivo de poder idear modelos de aprendizaje que puedan facilitar el desarrollo discursivo de los estudiantes. En esta dirección, sigo formándome en psicolingüística, en métodos de investigación en el campo de las ciencias sociales y en lingüística pedagógica.
Cada día me doy cuenta de que me queda mucho por aprender, pero, también, me motiva pensar que la investigación en didáctica de la lengua materna y su transferencia al ámbito educativo puede mejorar los resultados de la enseñanza de la lengua en niños y adolescentes..
El Test del Morfólogo (The Morphologist Questionnaire).
1. ¿Cuándo se enamoró usted de las palabras?
R: No sabría decir cuándo. La palabra es un signo prioritario que da sentido (y más que dobles sentidos) a los mensajes. Me fijo mucho en la selección léxica de los hablantes en cualquier conversación o discurso. Ahora bien, nunca segmento, me importa más el significado que la forma, el contenido más profundo que la forma más aparente…
2. ¿Qué artículo sobre morfología ha sido más importante en su formación y por qué?
R: Artículo no sé, pero morfólogo, Jesús Pena. Su libro La derivación en español fue mi obra de referencia durante todo ese tiempo en que estaba buscando ejemplos de palabras con alternancias patrimoniales entre la raíz y el sufijo.
3. Cuando se despierta, el mundo es para usted:
a. un listado de palabras
b. raíces
c. morfemas ligados en busca de una raíz
d. un conjunto de patrones productivos
R: Un conjunto de patrones productivos, pues pienso en conexiones, modelos rentables, productivos… y enseguida dejo de pensar para empezar bien el día.
4. Cuando la soberanía de la palabra es asaltada, ¿se une a la resistencia, está con la sintaxis, con la fonología o bien mantiene su neutralidad?
R: Estoy con la sintaxis, que es mucho más fuerte que el resto y le hace cobrar sentido a la palabra.
5. ¿Qué libro de lingüística se llevaría a una isla llena de turistas?
R: Alguno divertido de Jean Aitchison (por ejemplo, Words in the mind: An introduction to the mental lexicon, de 1987, me parece genial) o, más allá del estudio del léxico, de Juan Carlos Moreno Cabrera, La dignidad e igualdad de las lenguas, un libro del que he aprendido mucho.
6. Si tuviera que elegir entre ser una raíz, un morfema derivativo o uno flexivo, ¿qué elegiría?
R: Una raíz, siempre, que sustenta el sentido fundamental.
7. ¿Cree en los morfemas cero?
R: Para una descripción morfológica están bien, pero cada vez me cuesta más creer en lo que no veo.
8. Siempre nos ha llamado la atención lo poco flexible que es la flexión y el escaso espacio para la deriva que deja la derivación. ¿Qué le ha sorprendido a usted más de la morfología?
R: Que realmente son los hablantes los que mandan, los que segmentan donde les parece, los que crean palabras saltándose patrones de regularidad, de formantes históricos… La creatividad lingüística es fascinante y responde al uso de la lengua, no a las normas que se explican en clase. Lo más importante es que seguimos creando sobre unas palabras o partes de palabras, otras nuevas. Eso significa que estamos vivos.
9. En sus momentos más bajos se siente:
a. como un morfema cero
b. como la raíz de un parasintético
c. como una palabra descatalogada
d. como un préstamo al que la RAE rechaza
R: Como una palabra descatalogada, que sirve para poco.
10. El lenguaje es:
a. un hecho biológico
b. un hecho de cultura
c. la distinción me parece ociosa
R: No podría hacer esa distinción. Es un hecho biológico y de cultura, es nuestra identidad.
11. Su lingüista favorito.
R: Debería decir que Joan Bybee, porque su teoría sobre la organización del léxico en nuestro cerebro me ha permitido entender el cambio morfológico en la historia, el aprendizaje del lenguaje infantil y el rumbo por donde creo que podrían ir los modelos didácticos para aprender más palabras, más estructuras sintácticas e, incluso, para entender mejor la coherencia de los textos.
12. ¿Qué idea relacionada con la lingüística le parece más fascinante?
R: El origen del lenguaje, de las distintas lenguas… Cómo un niño empieza a desarrollar su lengua materna e, incluso, a aprender varias lenguas a la vez.
13. Su idea de la felicidad.
R: Estar en mi pueblo, pasear por los caminos en el campo, con mi familia, con la gente que quiero.