¿Qué pasaría en un mundo en el que los lingüistas fueran algo más que una firma al final de un artículo? ¿En el que un nombre tuviera cara, y una cara tuviera opiniones? ¿Y en el que esas opiniones, morfológicas, se fundieran con el mundo y se fueran volando como golondrinas hacia el sol del atardecer? Eso y mucho más es este «Cuestionario del morfólogo» que proponemos y presentamos. Disfrútenlo con intensidad, aunque carezca de índice de impacto. [José Pazó y Matías Jaque]
El Test del Morfólogo (The Morphologist Questionnaire):
FRANCISCO M. CARRISCONDO ESQUIVEL
NOTA BIOGRÁFICA
Soy doctor, con premio extraordinario, en Filología Hispánica y Catedrático de Lengua Española en la Universidad de Málaga. También he sido profesor en la Universidad de Jaén y en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (campus Ciudad de México), así como investigador visitante de El Colegio de México, del Summer Institute of Linguistics y de la University of Alabama at Birmingham (Estados Unidos).
He creado dos herramientas en línea, de consulta libre y gratuita para todo aquel interesado en los temas que aborda: Lengua y Prensa (premio Centinela del Lenguaje 2016) y Dicciocho. Portal lexicográfico del xviii.
Soy investigador responsable del grupo de investigación «Historiografía Lingüística Hispánica: Cuestiones Nucleares y Periféricas» e Investigador Principal del proyecto pid2019-103866gb-I00 del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.
Se me abre todo un mundo por delante con el análisis de los materiales inéditos de la segunda edición del Diccionario de autoridades (1770-1829) y la conversión a diccionario del Archivo Azcárate de Vocabulario Artístico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Además, soy Associate Editor de la revista Hispania. A Journal Devoted to the Teaching of Spanish and Portuguese. Como divulgador, quiero destacar mis colaboraciones en la revista Archiletras.
Como poeta, he publicado Infierno de tránsito (1993), Renacimiento (1995) y Cuaderno votivo (2010).
Más información sobre mí en la página web francarriscondo.com.
El Test del Morfólogo (The Morphologist Questionnaire).
1. ¿Cuándo se enamoró usted de las palabras?
R: Bueno, tanto como enamorarme… Me llaman la atención, simplemente. No sabría desde cuándo, pero al menos desde que soy consciente de ellas.
2. ¿Qué artículo sobre morfología ha sido más importante en su formación y por qué?
R: Yákov Malkiel publicó en 1966 «Genetic Analysis of Word Formation», que luego fue publicado parcialmente y traducido al español por Soledad Varela Ortega en 1993. Por varias razones, entre las cuales se encuentra mi formación filológica, más que lingüística, que implica preocuparme por el origen de las formas analizadas y por las anomalías, por encima de la conciencia (sincrónica actual) del hablante y por la regularidad de los paradigmas. En cierto modo me considero un cazador de mariposas raras, siempre con mi red a cuestas.
3. Cuando se despierta, el mundo es para usted:
a. un listado de palabras
b. raíces
c. morfemas ligados en busca de una raíz
d. un conjunto de patrones productivos
R: Un constante volver a las raíces; la percepción de los aditamentos que con el paso del tiempo se han ligado a ellas; una lista de palabras (mariposas) raras que analizar; y la búsqueda de patrones que nos den lecciones de vida, porque siempre es bueno aprender de las analogías (sean morfológicas o no).
4. Cuando la soberanía de la palabra es asaltada, ¿se une a la resistencia, está con la sintaxis, con la fonología o bien mantiene su neutralidad?
R: Como buen rebelde, me sumo a la resistencia. ¿Acaso nuestros colegas no dicen que la morfología es la Polonia de la lingüística? Volviendo a las analogías, yo la actualizaría: la Ucrania, la luna de Endor…
5. ¿Qué libro de lingüística se llevaría a una isla llena de turistas?
R: ¿Sólo uno? ¿Y un libro de lingüística? ¿Por qué no un diccionario de lengua española, a ser posible del xviii? Pero para responder fielmente a su pregunta, mi profesor de Latín, recientemente jubilado, Francisco Fuentes Moreno me recomendó una vez La maravillosa historia del lenguaje (1955 [1949]) de Mario A. Pei. Es un libro divulgativo, nada sesudo, con el que trataría de hacer más entretenidas las conversaciones que mantendría con los turistas de la isla. Le advierto, además, de que he aprendido mucha lingüística con libros no escritos precisamente por lingüistas: Ortega y Gasset, Unamuno, Saramago… La periferia, sea insular o no, se ha convertido en mi zona de confort permanente.
6. Si tuviera que elegir entre ser una raíz, un morfema derivativo o uno flexivo, ¿qué elegiría?
R: Creo que con alguna respuesta anterior respondo también esta pregunta: mi vida es una vuelta constante a las raíces.
7. ¿Cree en los morfemas cero?
R: Lo esencial es invisible a los ojos.
8. Siempre nos ha llamado la atención lo poco flexible que es la flexión y el escaso espacio para la deriva que deja la derivación. ¿Qué le ha sorprendido a usted más de la morfología?
R: El carácter poliédrico de sus procedimientos analíticos y los postulados teóricos que la gobiernan, según la perspectiva en que nos situemos. Hoy una forma es una cosa, mañana otra o simultáneamente las dos. Y no hay un análisis mejor que otro. Todos pueden convivir. Es más, es aconsejable que convivan: el descriptivo, el genético, el estructural, el funcional… En ello radica precisamente la esencia de las humanidades: todo es según el color del cristal con que se mira, pero eso no implica que no podamos verlo desde diversos cristales. El eclecticismo está instalado en mi forma tanto de pensar como de trabajar.
9. En sus momentos más bajos se siente:
a. como un morfema cero
b. como la raíz de un parasintético
c. como una palabra descatalogada
d. como un préstamo al que la RAE rechaza
R: De todo menos la b. (no soy de adquisiciones simultáneas, prefiero las secuenciadas): Por mi vocación estoy descatalogado, como muchas palabras; por mi forma de ser entiendo que sea una voz rechazada; y en los peores momentos me siento un morfema cero a la izquierda. Pero no me quejo.
10. El lenguaje es:
a. un hecho biológico
b. un hecho de cultura
c. la distinción me parece ociosa
R: Biológico y cultural. El último libro que me ha enviado mi maestro, Luis Fernando Lara, lanza una hipótesis muy original sobre la facultad del lenguaje y su origen: lo que él llama la «residencia cerebral del lenguaje» (biología) y la cuestión socioantropológica (cultural) demuestran la conjunción necesaria de ambos factores.
11. Su lingüista favorito.
R: ¿Sólo uno? Aquí me va a permitir saltarme el guion: el Eugenio Coseriu de El hombre y su lenguaje (1966); el George Steiner de Los logócratas (1982); el Ángel López García de El rumor de los desarraigados (1985); el Ramón Trujillo de los Principios de semántica textual (1996); el Luis Fernando Lara de Teoría del diccionario monolingüe (1997); el Yákov Malkiel de las cartas a su esposa; el Ignacio Bosque de cualquiera de sus artículos divulgativos… ¿Sigo?
12. ¿Qué idea relacionada con la lingüística le parece más fascinante?
R: La búsqueda de un código comunicativo con un propósito universal, como el que persigue el disco de oro que llevan las sondas Voyager.
13. Su idea de la felicidad.
R: Una mañana de trabajo gustoso, como lo llamaba Juan Ramón Jiménez; una siesta después del almuerzo; una tarde con la familia; un fin de semana de excursiones…
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